Las bolas tailandesas Harvey pueden usarse de formas muy diferentes, todas ellas parar experimentar el placer anal. Junto con los plugs, son los aliados perfectos para iniciarse en este tipo de práctica, pero también como complemento a otro tipo de estimulaciones tanto en personas con vulva como con pene, tanto en solitario como en pareja.
Estas son nuestras recomendaciones e ideas para disfrutar al máximo de las Harvey:
Estés o no acostumbradx a la estimulación anal, nunca viene mal una mínima preparación de la zona. Aplica lubricante anal sobre los dedos índice y corazón. Masajea el ano con movimientos circulares introduciendo levemente los dedos. También puedes usar relajantes anales.
Si el objetivo es practicar sexo anal, las Harvey pueden servir para acostumbrar la zona y dilatar el ano de forma que la penetración sea más fácil y placentera.
La curvatura de las bolas Harvey son ideales para estimular la zona P situada en el ano de las personas con pene. Para ello, introdúcelas con la punta hacia abajo.
La persona con vulva puede tener colocadas las Harvey en el ano durante la penetración vaginal. Es una forma de experimentar la sensación de doble penetración.
Recibir una estimulación del punto P con las bolas tailandesas introducidas en el ano mientras penetras a tu pareja, añade un extra de placer a la experiencia.
La estimulación anal no es exclusiva de las experiencias en pareja. Prueba a usar a Harvey durante tus momentos de autoplacer, de forma complementaria a otra estimulación o no, ¡tú decides!
Aunque las bolas tailandesas están pensadas para la estimulación anal, puedes experimentar con ellas también en la estimulación vaginal. Su forma y su curvatura te ayudará a localizar y/o estimular el punto G.
Un truco que no todo el mundo conoce y maximiza el placer es sacar las Harvey justo en el momento que estés llegando al orgasmo. Sí, sí, ¡como lo lees! Es una forma de tener un orgasmo mucho más intenso tengas pene o vulva.