La inmovilización de manos es posiblemente una de las prácticas relacionadas con las ataduras más conocidas y que más personas pone en práctica, pero te aseguramos que hay muchas formas de disfrutarla.
Para que puedas sacar todo el partido a las esposas Skandal, aquí tienes unas ideas que pueden servirte de inspiración:
Si la inmovilización de manos es excitante, imagina de forma simultánea con la inmovilización de pies, la tensión y excitación se incrementa y las posibilidades de juego también.
La inmovilización de pies y manos de modo que cada atadura quede enganchada a una cruz de restricción o hogtie permite adoptar las posturas más sensuales y excitantes durante el sexo y los juegos de dominación-sumisión. Eso sí, toca practicar para cogerle el truco.
La privación del sentido de la vista junto a algún tipo de inmovilización, añade excitación y sorpresa a la experiencia, pero también intensifica otros sentidos como el tacto y el olfato.
Puedes recorrer el Kamasutra en busca de posturas imposibles con el fin de innovar o puedes redescubrir vuestras posturas preferidas añadiendo elementos de restricción como con las esposas Skandal. Te proponemos empezar con la postura del misionero y ¡ya irás experimentando!
Usar las esposas atadas en el cabecero de la cama es una de las formas más frecuentes de uso, aunque hay más. Te damos una idea: una persona sentada en una silla con las manos atadas detrás del respaldo y los ojos vendados a merced de lo que su pareja decida hacer?
Las ataduras de tobillo Skandal forma parte de una colección de productos que contiene esposas, antifaz, látigo, paleta... Combina dos o más productos para disfrutar aún más de juegos de dominación, inmovilización, sumisión... ¡las posibilidades son muchísimas!
Usar siempre de forma SSC: segura, sensata y consensuada.
No usar en zonas inflamadas o con heridas.
No introducir en agua hirviendo.
No lavar en la lavadora ni en el lavavajillas.
Limpiar bien después de cada uso.
Guardar en un lugar seco y alejado de la luz directa del sol.