Línea BDSM

Nuestra línea BDSM engloba todo lo que se considera bondage, disciplina y sadomasoquismo. En esta sección te presentamos los ingredientes necesarios que vas a necesitar durante tus juegos de dominación. Nuestra sección de bondage engloba todo tipo de ataduras y esposas, en nuestra sección de fetish incluimos los complementos que hacen la experiencia más excitante. Y por último hemos preparado una sorpresa para los más valientes en la sección de columpios.

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Tienes mucho donde elegir en juguetes BDSM

No se debe confundir el BDSM con prácticas eróticas extremas y no consensuadas. Quienes participan en sesiones de BDSM lo hacen siempre desde el respeto y con la capacidad de discernir en todo momento lo que es real y lo que solo forma parte de la ficción del propio juego.

Estas prácticas implican por parte de los participantes no solo mucha responsabilidad sino una gran capacidad de imaginación. Es por ello que el BDSM no se podría entender sin la utilización de artilugios y juguetes sexuales capaces de construir esas fantasías sexuales tan excitantes. La línea BDSM incluye numerosos productos de entre los que destacamos algunos de los más populares:

  • Bondage, ataduras y arneses: para mantener a tu pareja retenida y poder dominarla a placer.

  • Columpios sexuales: eleva el éxtasis sexual a posturas que jamás imaginaste desafiando las leyes de la gravedad.

  • Productos fetish: Sogas de testículos, dispositivos de succión (pezones, vagina, clítoris): un poco de dolor controlado para conseguir un placer sin límites.

  • También entran en esta sección los azotadores y plumas de masaje (el frío y el calor) complementos casi indispensables en cualquier juego de dominación que se precie.

  • Castidad: encuentra accesorios para una total sumisión como jaulas para pene, cinturones de castidad y máscaras.

Con un buen surtido de juguetes BDSM y una buena dosis de imaginación, podrás montarte en tu dormitorio la película que más te excite.

SSC: teoría para una buena praxis

El éxito del BDSM es la posibilidad que este ofrece de desinhibirse por completo sobrepasando los límites del sexo convencional. Con todo, el BDSM también tiene sus límites para garantizar relaciones seguras y placenteras para todos los participantes. Estos límites se resumen en las siglas SSC, que hacen referencia a un modo de interactuar seguro, sensato y consensuado.

El sexo se moderniza con la dominación

La historia del BDSM es bastante limitada en comparación con otras prácticas sexuales. Si bien la dominación o el uso de cuerdas eran conocidas en algunas culturas de la antigüedad por sus connotaciones eróticas, hasta la década de los 90 este conjunto de preferencias sexuales no había recibido un nombre concreto. En la actualidad está practica se ha hecho muy popular gracias a las novelas y juguetes BDSM de Cincuenta Sombras de Grey y todos los artículos asociados a la saga.

Con la aparición del BDSM se le otorga identidad a una serie de prácticas que se popularizaron ya en la década de los 70, primero en el ámbito del sexo homosexual y posteriormente también entre los heterosexuales.

¿Qué es la línea BDSM?

Bondage, disciplina, dominación, sumisión y sadismo masoquismo son los conceptos que se esconden tras las siglas del BDSM, el grupo de prácticas eróticas más arriesgado y excitante dentro de las aficiones sexuales menos convencionales.

Atrévete a perder el control sin comprometer la seguridad de tus encuentros sexuales y échale un vistazo a los complementos de nuestra sección más salvaje. Si aún no sabes por donde empezar te recomendamos leer nuestra guía de iniciación al BDSM.

Tienes mucho donde elegir en juguetes BDSM

No se debe confundir el BDSM con prácticas eróticas extremas y no consensuadas. Quienes participan en sesiones de BDSM lo hacen siempre desde el respeto y con la capacidad de discernir en todo momento lo que es real y lo que solo forma parte de la ficción del propio juego.

Estas prácticas implican por parte de los participantes no solo mucha responsabilidad sino una gran capacidad de imaginación. Es por ello que el BDSM no se podría entender sin la utilización de artilugios y juguetes sexuales capaces de construir esas fantasías sexuales tan excitantes. La línea BDSM incluye numerosos productos de entre los que destacamos algunos de los más populares:

  • Bondage, ataduras y arneses: para mantener a tu pareja retenida y poder dominarla a placer.

  • Columpios sexuales: eleva el éxtasis sexual a posturas que jamás imaginaste desafiando las leyes de la gravedad.

  • Productos fetish: Sogas de testículos, dispositivos de succión (pezones, vagina, clítoris): un poco de dolor controlado para conseguir un placer sin límites.

  • También entran en esta sección los azotadores y plumas de masaje (el frío y el calor) complementos casi indispensables en cualquier juego de dominación que se precie.

  • Castidad: encuentra accesorios para una total sumisión como jaulas para pene, cinturones de castidad y máscaras.

Con un buen surtido de juguetes BDSM y una buena dosis de imaginación, podrás montarte en tu dormitorio la película que más te excite.

SSC: teoría para una buena praxis

El éxito del BDSM es la posibilidad que este ofrece de desinhibirse por completo sobrepasando los límites del sexo convencional. Con todo, el BDSM también tiene sus límites para garantizar relaciones seguras y placenteras para todos los participantes. Estos límites se resumen en las siglas SSC, que hacen referencia a un modo de interactuar seguro, sensato y consensuado.

El sexo se moderniza con la dominación

La historia del BDSM es bastante limitada en comparación con otras prácticas sexuales. Si bien la dominación o el uso de cuerdas eran conocidas en algunas culturas de la antigüedad por sus connotaciones eróticas, hasta la década de los 90 este conjunto de preferencias sexuales no había recibido un nombre concreto. En la actualidad está practica se ha hecho muy popular gracias a las novelas y juguetes BDSM de Cincuenta Sombras de Grey y todos los artículos asociados a la saga.

Con la aparición del BDSM se le otorga identidad a una serie de prácticas que se popularizaron ya en la década de los 70, primero en el ámbito del sexo homosexual y posteriormente también entre los heterosexuales.


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