Este artículo ha sido escrito y validado por la psicóloga y sexóloga Lucía Jiménez el 15 de julio de 2025.
Tener sexo en la ducha puede ser increíble si sabes cómo. Para que la falta de estabilidad y la posibilidad de resbalarse se conviertan en tus aliados, hay algunas cosas que debes saber. Preparando el baño y el espacio, todo fluirá como el agua por tu piel.
CONSEJOS PARA TENER SEXO (BIEN) EN LA DUCHA
La experiencia empieza cuando entras por la puerta, no cuando te metes en la ducha. Los sentidos pueden despertarse poco a poco; asegúrate de que todo esté limpio, las toallas desprenderán el olor del suavizante, si pones velas, sus esencias se esparcirán con el vaho del agua de la ducha. La luz tenue y cálida hará la estancia mucho más acogedora, ya que la luz de techo suele ser más fría.
Como tip, puedes utilizar velas de masaje; la cera se derrite convirtiéndose en aceite, que podrás extender por el cuerpo para seguir después de la ducha. También puedes utilizar plantas aromáticas como el eucalipto; pon un ramillete cerca del grifo, el calor del agua hará que suelte sus aceites esenciales, liberando un agradable y relajante olor.
Si le pones un poco de atención a estos detalles, es probable que nada más entrar, tu pareja y tú os pongáis en clave erótica y el placer se multiplique.

Cómo disfrutar del sexo en la ducha.
BÁSICOS PARA HACERLO EN LA DUCHA
Puntos de apoyo
Todo depende del tipo de baño que se tenga. Si tienes una bañera o un plato de ducha, si tienes barras o sillas en las que apoyarte o hay que tener cuidado con la mampara de cristal.
Si eres unx fanáticx del sexo bajo el agua, lo ideal es que instales una superficie de apoyo, ya que le vas a dar uso, muchos más que apoyarte, y va a garantizar vuestra seguridad.
En cualquier tipo de ducha hay un factor que hay que evitar: resbalarse. Para ello, nada mejor que una alfombrilla antideslizante que te aconsejamos probar antes.
Dicho esto, suponiendo que no tienes ninguna instalación de agarre, puedes apoyarte o poner las manos sobre los bordes o la pared. Nada de acrobacias, cuanto más estables, más disfrutaréis.
¿Agua encendida o apagada?
Hacerlo con un chorro de agua constante en una zona del cuerpo puede ser molesto. Puedes poner la alcachofa de forma que no caiga el agua directa, y sea más bien una brisa, aunque luego veremos que puedes jugar con el chorro de agua sobre el cuerpo. Para mantener la temperatura corporal, el agua templada será ideal. Siempre hay tiempo para jugar con las sensaciones del frío y el calor.
Lubricación
A mucha gente no le gusta hacerlo en el agua porque no lubrica y siente roce. Esto es completamente normal, la lubricación natural se diluye más rápido. Y hay una solución ideal para esto; los lubricantes de base de silicona, cuya consistencia es mayor y no se disuelven. Ahora, cuidado con usarlos a la vez que juguetes de silicona, pues podrán dañarlos. En ese caso, nada mejor que lubricante de base agua con generosidad.
¿Jugamos?
La mayoría de los juguetes eróticos son resistentes al agua. No hay mejor manera de evitar los movimientos bruscos que utilizar vibradores, dildos con ventosa (que podrás pegar a los azulejos) e incluso, aquellos con mando a distancia, para complementar la estimulación en según qué posturas.

Disfruta con seguridad del sexo en la ducha.
POSTURAS SEXUALES PARA HACERLO EN LA DUCHA
Aquí vuestra prioridad es alcanzar el máximo placer con la mínima incomodidad. Por eso las posturas tienen que ser estables, con puntos de apoyo y que en movimiento sean sostenibles.
1. LA COLUMNA ROMANA

Cuando hay tantos sentidos involucrados, menos es más. Las dos personas estarán de pie, espalda contra pecho. La persona que abraza el cuerpo de la otra, pasará sus dedos o una esponja por el cuerpo de la otra, que no verá lo que están por hacerle. Sentir los dos cuerpos juntos, unas manos que no sabes dónde irán a parar y tener el cuello y los hombros despejados para recibir besos y el agua de la ducha, puede provocaros cotas de placer insospechadas.
2. LA BALSA

Ideal para bañera, cómoda para duchas y muy segura en ambos casos. Una persona se sienta con las piernas cruzadas, y la otra se pone encima, abrazando su cuerpo con las suyas. Se puede realizar penetración y ojo, que aquí el nivel del agua de la bañera es importante, pues supondrá que se desborde o que no con el movimiento. También es ideal para disfrutar de forma muy lenta, donde las caricias y los besos sean los protagonistas.
3. LA SÚPLICA MOJADA

Si los juegos en los que la dominación y la sumisión están presentes son lo tuyo, esta te encantará. Se trata de que una persona se arrodille ante la otra. Tendrá que enjabonar con una esponja el cuerpo de quien está de pie y someterse a las órdenes que reciba. Todo está permitido, excepto levantarse. Si la ducha o baño tiene barra, es el momento de esposar a esa persona para que se encuentra arrodillada, y quien mande, tenga disposición total de su cuerpo. Es el momento de utilizar la alcachofa de la ducha como juguete erótico, alternando los chorros de agua en presión y temperatura, será top. Por seguridad, siempre que la persona esté esposada a una superficie, será mejor que esté apoyada sobre el suelo para que no pierda el equilibrio.
4. EL CANDELABRO HÚMEDO

Una persona se apoya en la barra o en la pared, inclinando ligeramente su cuerpo hacia delante. La otra apoya su pierna en el suelo, o si es posible, sobre el borde de la ducha o bañera, para penetrar desde atrás. Puede ser la continuación de La Columna Romana, en la que, tras un momento muy erótico, se quiera pasar a una penetración más intensa. El ángulo de penetración desde atrás será clave para que os sintáis a gusto. Estimular el clítoris con el chorro de agua de forma simultánea puede ser la guinda del pastel que vais a comeros.
Ahora que sabes todo lo que necesitas para que el sexo en la ducha fluya como el agua, pasa de la teoría a la práctica, a sola o en pareja y cuéntanos; ¿con qué postura en la ducha te quedas?
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